Ya ha llegado, EL momento del año acaba de empezar. El espíritu navideño llama a la puerta de tu oficina mientras, dentro, seguís debatiendo cómo cerrar el año a tiempo. Quizás incluso os falta algo de motivación para dejarlo todo hecho... Respira.
Probablemente os anime saber que no sois el único despacho con este dilema, ni la única empresa. Sin embargo, eso igual tampoco os anima a llegar a tiempo a vuestros objetivos. Por eso te traemos la solución en forma de pautas para dejar la cuenta de "pendiente" a cero.
Haz las paces con tus objetivos... y cúmplelos
Primero lo primero. Desentierra de tu mesa de trabajo esa lista de objetivos que escribiste a principios de año. Sabemos que la tienes... ¡Nosotros también!
Una vez la hayas encontrado, el siguiente paso es el favorito de todo ser humano: tachar lo que ya esté hecho. Permite a tu equipo un momento de celebración por todos los logros del año, y usa esa positividad como motivación para cerrar el año al 100%.
Y después... ¡manos a la obra! Te proponemos un sencillo ejercicio que te hará más fácil y rápido el cumplir tus objetivos a tiempo. Repasa otra vez la lista y selecciona esos objetivos que no están del todo claros, o que no tienen un KPI concreto que medir.
Algo que también es muy efectivo para definir objetivos claros y coherentes es formularlos de forma SMART. Sí, no es broma.
SMART es un acrónimo utilizado en el mundo empresarial para asegurarte que tus objetivos cumplen 5 condiciones indispensables: Specific, Measurable, Achievable, Realistic, and Timely. ¿Te suena?
Simplemente, estos 5 requisitos reflejan que cuanto más concretamente definas tus objetivos, más fácil será para tu equipo entenderlos, medirlos y - lo más importante ¡cumplirlos! Puedes leer más sobre Objetivos SMART en este artículo.
Otro detalle que puede ayudarte en este proceso de cerrar el año es que no es oro todo lo que reluce, o mejor dicho, no es objetivo todo lo que parece.
No todo lo que suena como un objetivo, lo es
Sorprendente, lo se. Desconcertante, puede. Pero tiene su explicación. Un error muy común en las empresas es tratar metas y objetivos como si se tratara del mismo concepto.
En resumidas cuentas, una meta es el propósito final o una situación ideal que te gustaría alcanzar - normalmente, sin una fecha concreta. Por otro lado, los objetivos son pasos específicos a corto, medio o largo plazo, que permitirán a tu empresa acercarse más y más a esa meta.
Por tanto, los objetivos pueden - y deben - ser medibles y detallados, mientras que las metas suelen definirse como ideas en líneas generales.
Prioriza, concentra y cumple - o aprende
Vale, esto puede haberte ayudado a ahorrar algo de tiempo, pero todavía tienes que ponerte al lío y cumplir los plazos de tus objetivos. Entendido.
Hay un último ejercicio que puede ser muy útil para tu equipo, en caso de que tu lista de "pendiente" siga siendo más densa que la de "cumplido". Alto y claro: prioriza. Por supuesto, cada objetivo es importante, pero también es cierto que unos te pueden traer mejores resultados que otros.
Intenta empezar por dos o tres objetivos que pueden marcar la diferencia a final de año. Quizás no conviertan tu empresa en líder del mercado con el año nuevo, pero seguro que sirven para crear la base para el nuevo año. ¡Y puede que eso sea todo lo que necesitas!
Ten en cuenta que cumplir objetivos es una muy buena razón para promover un poco de competición amistosa en tu departamento, por lo que trata de mantener un ambiente positivo en todo momento. Y sobre todo, recuerda que cada paso de este proceso es un aprendizaje muy útil para el nuevo año. ¡Tú puedes!
Start your free trial today
Get started in minutes. No credit card required.